ACS encajará un impacto de 400 millones por el riesgo de Cimic en Oriente Medio

ACS encajará un impacto de 400 millones en el resultado de 2019 por el saneamiento millonario realizado por su filial australiana Cimic, al decidir no continuar prestando apoyo financiero a su participada en Oriente Medio BICC, a través de la que emprendió proyectos durante la burbuja inmobiliaria de Dubai.

“Como consecuencia de la revisión estratégica llevada cabo por Cimic en lo que se refiere a su participada en Oriente medio BIC Contracting LLC (BICC), Cimic ha decidido no continuar con el apoyo financiero que prestaba a esta compañía, provisionando la totalidad de los riesgos contraídos con la empresa”, detalló ACS a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El grupo presidido por Florentino Pérez confirmó, sin embargo, que superará los 950 millones en beneficios en las cuentas del pasado ejercicio, en línea con los previsto, gracias a la marcha del negocio y plusvalías generadas.

Asimismo confirmó que mantendrá la retribución al accionistas consistente en distribuir el 65% del resultado neto y descartó que dicho impacto tenga efecto alguno en la cifra de ventas, en el ebitda o en el ebit correspondiente al ejercicio 2019. Para el actual ejercicio 2020 refirió que “mantiene las buenas perspectivas”.

ACS prevé repercutirse en las cuentas de 2019 hasta 250 millones de los 330 millones en plusvalías que espera cosechar con la venta de sus activos y proyectos fotovoltaicos en España a la portuguesa Galp Energía.

La transacción incluirá los proyectos fotovoltaicos en funcionamiento y aquellos otros que espera que se vayan desarrollando y poniéndose en funcionamiento hasta el año 2022, así como algunos para 2023.

En conjunto, dichos activos y proyectos contarán con capacidad para generar 2.930 megavatios (MW), 100 de ellos con los proyectos cuya entrada en funcionamiento está prevista para el año 2023.

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