Un monitor de función cerebral detecta posibles complicaciones en recién nacidos prematuros

El Hospital Ruber Internacional cuenta con un monitor de función cerebral para detectar complicaciones en recién nacidos prematuros. El aparato, que se utiliza a través de unos electrodos, ofrece información sobre cómo está evolucionando el cerebro de un prematuro y analiza los cambios y tendencias en la actividad eléctrica cerebral de los neonatos y detecta así posibles complicaciones, como las crisis epilépticas.

Es capaz de ofrecer información sobre cómo evoluciona el recién nacido prematuro según la edad gestacional, así como detectar posibles complicaciones, ya sean convulsiones, hemorragias o una posible asfixia y su pronóstico.

La electroencefalografía integrada por amplitud (EEGa), al igual que el electroencefalograma (EEG) convencional, indica, mediante la colocación de una serie de electrodos, la actividad eléctrica de nuestro cerebro, según informa el Hospital Ruber Internacional en un comunicado.

Sin embargo, como explica el pediatra especializado en neonatología de la Unidad de Pediatría y Adolescencia del Hospital Ruber Internacional, Gonzalo Zeballos, existen diferencias entre ambos métodos informatizados.

“El EEG convencional ofrece más información, pero es más difícil de leer. No tenemos, de forma continua, la disponibilidad de este dispositivo por la complejidad del aparataje y de lectura en cualquier unidad a pie de paciente. La EEGa ofrece otras ventajas. Podemos saber su actividad cerebral a lo largo del tiempo, sean horas o días. Esa información queda grabada y puede ser revisada retrospectivamente”. Es por tanto, una “herramienta útil” que ofrece información continua, durante muy largos períodos de tiempo, sobre el estado funcional y metabólico del cerebro, recogen.

“Cuando hablamos de una epilepsia tenemos presente a esa persona que convulsiona y se mueve de forma agitada. En cambio, un recién nacido realiza movimientos muy sutiles, como movimientos repetidos de un brazo, faciales o chupeteo. Esto muchas veces nos pasa desapercibido en el hospital. Pero con este monitor detectamos las convulsiones que, de no tratarse, pueden empeorar el pronóstico”.

El dispositivo también es de “gran utilidad” en casos de neonatos que han sufrido una situación de asfixia perinatal. Esto es, cuando nacen en un estado donde no pueden respirar, no tienen un buen latido y se ha producido una falta de llegada de oxígeno al cerebro. “Nos sirve para saber y controlar el grado de afectación que tiene esa asfixia. También nos permite saber si es susceptible de beneficiarse de terapias, como la hipotermia cerebral”.

Pese a sus virtudes, el monitor de función cerebral tiene limitaciones. Como explica el doctor Gonzalo Zeballos, en recién nacidos muy prematuros la cercanía de los electrodos puede hacer que la señal “se vea alterada”. “La atención del recién nacido de elevado riesgo neurológico, sólo puede ser considerada óptima cuando se monitoriza su actividad electrocortical de manera continua mediante EEGa, convirtiéndose en una herramienta estándar”, concluye el doctor Gonzalo Zeballos.

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