El juez Moreno archiva la causa contra ICBC Luxemburgo, pero continúa sus pesquisas en España sobre el banco chino

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha acordado el archivo y sobreseimiento definitivo de las actuaciones relativas a la sucursal europea del banco chino ICBC con sede en Luxemburgo. El magistrado sigue investigando la causa principal en la que un total de cuatro personas físicas han consignado ya 20 millones de euros para afrontar el posible pago de sanciones.

El juzgado central de instrucción número 2 de la Audiencia Nacional investiga a la entidad financiera china por presunto blanqueo de capitales y establecer la posible participación de los directores generales del ICBC (Industrial and Comercial Bank of China) u otros directivos en tareas de ocultación o encubrimiento del origen delictivo de los fondos investigados vinculados a operaciones de la `operación Shake´ y la `operación Emperador´.

ICBC se estableció en España e 2011 con dos sucursales en Madrid y Barcelona. Su negocio se centraba en captar el efectivo de sus nacionales, que acudían físicamente a la sucursal de la calle Recoletos, de Madrid, con el dinero en efectivo en mochilas, bolsas y cajas de remesas en efectivo que abonaban en cuentas de sus sociedades o en las personales, para transferirlas rápidamente a China, dentro de una estructura de blanqueo “que resulta consumada con la llegada del dinero a China”, según indica el auto del juez.

De esta forma, ICBC “funcionaba como un canal de blanqueo de rentas ilícitas originadas en las economías sumergidas del fraude fiscal y contrabando de las organizaciones criminales investigadas” en operaciones como `Emperador’, `Snake` o `Juguetes´, entre otras.

Con este sistema, los investigados favorecieron “masivas transferencias de fondos en efectivo entre los años 2011 a 2014, por importe aproximado de 90 millones de euros”. Según el magistrado, esos fondos proceden de “contrabando por declaraciones falsas de infravalor en la Aduana Española, fraude en las declaraciones del IVA a la importación, fraude en el IVA interior, falsificaciones en documentos mercantiles y oficiales y delitos contra la propiedad industrial”.

La investigación indica que estas organizaciones introducían contenedores casi a pérdidas en la Unión Europea, lo que “generaba una cadena de ventas opacas sucesivas e ingentes sumas de dinero en efectivo procedente de la economía sumergida”.

Así, el banco, procuraba ocultar los masivos abonos en cuentas, troceando las cantidades en importes inferiores a los 50.000 euros de preceptiva declaración para el Tráfico Exterior de Divisas y escamotearlos a las autoridades supervisoras. También se dividían los importes de los ingresos entre diversas sociedades vinculadas a las organizaciones Snake y Emperador, que actuaban en Cobo Calleja, como epicentro el comercio de productos chinos.

Además, el juez cree que el banco acometió “maniobras de ocultación de las transacciones y transferencias de sus clientes cuando fue consciente de que estaban siendo investigadas. El ICBC no identificó con precisión a los clientes investigados ni comunicó las operaciones sospechosas de un grupo de 78 clientes a los órganos de control del blanqueo y acabó justificando las operaciones con facturas modificadas, anteriores a la fecha requerida o cuyos adeudos no quedaron reflejados en cuenta.

La Audiencia Nacional sigue por tanto investigando la pieza principal en la que también se estudian “indicios reveladores” de posible blanqueo de capitales perpetrados “por empleados y directivos de una serie de sucursales de Caixabank S.A. en la provincia de Madrid”.

Entiende el magistrado, sin embargo, que las personas investigadas no actuaron en nombre de la sucursal para Europa del banco chino con sede en Luxemburgo y que hubo “nulo intercambio de información operativa de esa sucursal con los grupos Snake y Cheqia, por lo que procede el archivo de la causa para la citada sucursal.

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