Casado rehúsa “un PP bronco” y promete “dar cobijo” a todos los constitucionalistas

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, enfatizó este lunes que no piensa liderar un partido “bronco” ni “desestabilizar” y se marcó como objetivo “dar cobijo” a todos los constitucionalistas, incluidos los socialdemócratas que cuestionan la estrategia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

Ante la Junta Directiva Nacional, Casado se refirió al nuevo tiempo que arranca con la conformación “del gobierno más radical de nuestra democracia”, lo que convierte al PP “en la única alternativa de Estado para defender el orden constitucional y el sistema de la Transición”.

Advirtió a la plana mayor del PP de que la primera responsabilidad del partido es liderar la oposición y “no sólo frente al nuevo Ejecutivo de coalición con la extrema izquierda, sino también frente a las fuerzas disolventes del nacionalismo separatista y batasuno que le apoyan”.

Además, volvió a criticar que el nuevo Gobierno “nace de un engaño masivo a los españoles” porque Sánchez “prometió justo lo contrario de lo que ha acabado haciendo”. Pese a ello, aseguró que “el PP siempre está para las políticas de Estado y reconoce la legitimidad de un Gobierno investido en las Cortes”.

No obstante, avisó de que no dejará de denunciar que el recién estrenado Consejo de Ministros es “muy perjudicial para los intereses generales de España”. En este contexto, pidió a los suyos que se centren en hacer oposición sin perder de vista el que hay que “construir una alternativa política para preparar la llegada al Gobierno”.

“Debemos salir a la conquista de una nueva mayoría social para dar continuidad a nuestra mejor experiencia histórica, que es la España que progresa y que convive en libertad amparada por su Constitución y por sus leyes”, trasladó Casado a la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos de la formación.

En estos tiempos de “rupturas y polarizaciones”, se fijó el reto de poner el proyecto del PP “a la altura de lo que necesitan los españoles”. Para ello, admitió que hay que elaborar “políticas atractivas, concretas, para la vida real, conectadas con las verdaderas expectativas y deseos de los ciudadanos”.

SOCIALDEMÓCRATAS

El presidente de los populares también habló del deber de “cobijar a esos españoles socialdemócratas que quizás no comparten todas nuestras propuestas”, pero sí “la defensa de la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos”. “Para representarles debemos centrarnos en lo común, en lo de todos, en lo que nos une, en lo de la inmensa mayoría”, defendió.

Marcó esta prioridad al considerar que “hay un votante de centroizquierda” que ha sido “abandonado” y “engañado”. Por ello, remarcó que el PP también ha de usar la legislatura para contraponer “los errores de Sánchez” a sus “aciertos” en los gobiernos locales y autonómicos.

“Somos un partido de Estado, que tenemos un mismo proyecto político en toda España”, reseñó el presidente de los populares, antes de abundar en que el suyo es “un partido nacional, unido” y “no una federación asimétrica como nuestros adversarios políticos”.

Según Casado, “ser moderado es ajustar las palabras y los actos a la realidad de lo que ocurre” y aseguró que “nunca” contribuirá “a la espiral de división y de enfrentamientos que una vez más la izquierda quiere desencadenar”. “Nos vamos a oponer a ella y la vamos a denunciar con la intensidad que en cada momento se necesite”, precisó.

EL PP NO ES “DESESTABILIZADOR”

“Yo no voy a liderar un PP ni desestabilizador, ni bronco, ni que pierda de vista sus obligaciones institucionales y de Estado, ni que haga escraches a nadie, ni que llame asesino a nadie, como hacían con nosotros”, sentenció Casado, y concretó que tampoco liderará “un PP ingenuo ni incauto”.

Según señaló, en esta legislatura defenderá “un PP firme y en su sitio, un PP centrado en las cuestiones esenciales para España, un PP propositivo y realista”. Todo ello desde la convicción de que “no se puede pretender gobernar contra media España, pero tampoco ser oposición contra otra media”.

Así, incidió en que hay que “ofrecer un partido abierto de par en par a la sociedad, de guardia permanente, al servicio de todos los españoles”, voten o no a su partido. “Debemos dar visibilidad a la España, razonable y moderada”, proclamó, para a continuación enfatizar que “hay un único PP” y no “un PP duro” o un “PP blando”.

“Nosotros no tenemos vocación de minoría indomable; Tenemos ambición de mayoría imbatible”, prosiguió, par a renglón seguido avisar de que “la política no consiste en gritar muy fuerte sino en llegar muy lejos haciendo mucho”. “El PP debe convertirse en la gran plaza mayor de la España constitucional en la que todos puedan sentirse reconocidos y acogidos”, apostilló.

CATALUÑA

Precisamente, Casado puso como ejemplo la labor de oposición del PP frente a la “desobediencia” o pretensiones de los líderes independentistas condenados por el ‘procés’. “Gracias a la labor del PP, Oriol Junqueras ha perdido su condición de eurodiputado y tendrá que seguir el Pleno (del Parlamento Europeo) desde prisión”, se congratuló.

También dijo que estará atento a la reacción del Gobierno, cuando esta misma tarde “dos prófugos de la Justicia española como Carles Puigdemont y Toni Comín acudan al Pleno del Parlamento Europeo a intentar denigrar las instituciones españolas”. “El juez Pablo Llarena ya ha pedido el suplicatorio para levantar su inmunidad y así poder reactivar la euroorden y el Gobierno debe apoyar esta acción judicial”, aseveró Casado.

En este punto, volvió a exigir a Sánchez que actúe para que Quim Torra “cese” de sus responsabilidades como presidente de la Generalitat, ya que la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de inhabilitarle fue avalada por el Tribunal Supremo.

“Si no hacen nada, el PP no se va a quedar cruzado de brazos. Vamos a solicitar la convocatoria de un pleno en el Parlament para que se elija al diputado que debe sustituir a Quim Torra, y si Roger Torrent se niega, le denunciaremos por prevaricación”, alertó el presidente de los populares, que también denunciaría a Torra por “usurpación de funciones públicas” si la Fiscalía no actúa de oficio en su caso.

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