Pasadas las 11.30 de la mañana hora local, 17.30 GMT, un hombre entraba en una iglesia bautista de Sutherland Springs, a 30 millas al sureste de San Antonio (Texas), y abría fuego. Al menos 26 personas murieron y otras 27 resultaron heridas. Las edades de las víctimas oscilan entre los 5 y 72 años.
El agresor, que fue identificado como Devin P. Kelley, era un militar expulsado. Tras haber cometido la masacre salió de la iglesia y, un vecino de la localidad le persiguió y disparó con su rifle. Fue encontrado muerto en el interior de su vehículo en una carretera cercana. No se ha revelado si la causa de la muerte fue por los disparos del vecino o acabó quitándose la vida.
Los hechos sucedieron en plena celebración eucarística. Kelly, que vestía de negro, entró en el templo amarado con un rifle semiautomático Ruger AR y disparó indiscriminadamente contra los asistentes. Según testigos presenciales, se llegaron a escuchar unos 20 disparos. Dos de los muertos fueron encontrados fuera de la parroquia; 23 dentro. La víctima mortal restante murió en un hospital. En la celebración participaban unas 50 personas de los 700 habitantes del pueblo.
El asesino de Texas es Devin Patrick Kelley, ex militar y “cristofriki” de 26 años. 26 es también su número de asesinatos hoy. pic.twitter.com/vyzctaKJkt
Shame on you Spain (@logela) 6 de noviembre de 2017
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostraba sus condolencias a través de Twitter
May God be w/ the people of Sutherland Springs, Texas. The FBI & law enforcement are on the scene. I am monitoring the situation from Japan.
Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de noviembre de 2017