El primer ministro italiano, Matteo Renzi, aseguró que se trabaja para «no dejar a nadie sólo, a ninguna familia» tras el terremoto de 6 grados en la escala Ritcher ocurrido esta madrugada en el centro de Italia y que ha causado al menos 38 muertos, decenas de heridos y desaparecidos y destruido pueblos enteros como Amatrice, uno de los más afectados.
Renzi ha anunciado desde la sede gubernamental que acudirá esta tarde a la zona afectada y agradece a todos los italianos que están colaborando en las tareas de rescate. «Nos tenemos que poner a trabajar», dijo en una breve declaración.
Hizo referencia expresa a quienes «excavan con sus propias manos». «Italia llora a sus compatriotas y muestra a todo el mundo las lágrimas y el gran corazón de sus voluntarios, de la Protección Civil y de las instituciones», añadió.