Aunque no la puedan ver, entre sus manos, ellos, tienen una guitarra. Sobre el escenario de la pequeña localidad finlandesa de Oulu todo el mundo tiene su momento. Y todo el mundo tiene una guitarra. Poco importa ir apretado con mallas de ciclista en un país en el que se han llegado a registrar 50 grados bajo cero. Si cuando lo haces, tocas con pasión. O salir disfrazado de conejo