Ibrahim estaba ya harto de intentar dejar de fumar. Lo había intentado todo pero no había manera así que este turco de 42 años decidió poner fin a sus 26 años de adicción de la manera más radical posible: se ha puesto una jaula en la cabeza.
Ibrahim, que fumaba dos cajetillas diarias, diseñó la jaula y ahora vive con ella puesta las 24 horas del día.
Las llaves las tiene su mujer y su hija mayor.
Este hombre ha publicado un vídeo en YouTube mostrándonos su vida con la jaula en la cabeza que al parecer no le impide hacer lo necesario: ver, beber con una pajita o leer el Corán.
¿Será esta vez la definitiva?