El Atlético de Madrid afronta con ilusión la presente temporada en nuestra Liga, todo ello sin perder de vista sus aspiraciones en la Champions, torneo en el que se cruzará con el Chelsea en los octavos de final del cetro que defiende el Bayern Múnich. Un año muy importante y del que prácticamente todas son buenas noticias… salvo la de Diego Costa: el brasileño ha rescindido su contrato con el club y se marcha antes de que acabara su vinculación de junio del 2021.
Una salida que no por sorpresiva es inesperada. Y es que la poca participación del delantero esta temporada (también unida a la llegada de Luis Suárez) hizo que su juego también se viera a un rendimiento que no ha sido el mejor, ni mucho menos, en esta segunda etapa de colchonero. Sin duda, Diego Costa marcó un antes y un después en este Atlético de Madrid, en la que, junto a Simeone, dieron los mejores años de los rojiblancos. Se hicieron fuertes con él, y ahora se despiden cada uno por su lado. Lo repasamos.
Diego Costa fue el germen que hizo al Atlético de Simeone un equipo para hacer cosas importantes
Cuando El Atlético de Madrid recibió a Diego Costa, tenía entre sus manos una fabulosa piedra preciosa capaz de deslumbrar a cualquiera. Sobre todo a través de sus galopadas y definiciones de cara al gol; una preciosidad que, sin embargo, había que limar. Se trataba de dar una educación al fútbol de un jugador que nunca antes había tenido interés por ello.
Poco a poco fue cogiendo el rumbo, y no fue hasta con Simeone cuando el brasileño despertó el amor de todo aficionado colchonero por esa besti que estaba llamada a ser una figura de peso en el cuadro rojiblanco. Con ayuda del queridísmo ‘Profe’ Ortega, el ‘Cholo’ se ocupó de que el delantero pudiese desplegar su mejor fútbol. Y vaya si lo hizo. Pasaron varios jugadores de primera talla sobre el gol colchonero, pero ninguno como Diego Costa. Con él nació ese juego diferente, del todo por el todo.
La garra de Diego Costa hizo grande al Atlético (y viceversa)
La primera temporada en el Atlético de Madrid fue durante los años 2010 y 2011, ocupando una de las cuatro plazas que los rojiblancos tenían para jugadores extracomunitarios. Lejos de lo vivido durante su último año vistiendo la elástica rojiblanca, Diego Costa era el tercer delantero del equipo, por detrás de Diego Forlán y del Kun Agüero.
A pesar de esto, La Pantera supo aprovechar pacientemente sus oportunidades, las cuales se multiplicarían en detrimento del goleador uruguayo, a quien los rifirrafes con el técnico rojiblanco de aquellos años, Quique Sánchez Flores, le costaron la titularidad.
Ya en la temporada siguiente, las cosas se torcieron para Diego Costa. Obligado a permanecer lejos de los terrenos de juego durante seis meses, el hispanobrasileño fue cedido al Rayo Vallecano, equipo con el que jugaría desde el mes de febrero hasta el fin de la temporada.
El carácter guerrero y peleón de Diego Costa ensombrecía sus buenas actuaciones. En sus entrevistas, el delantero reconocía su juego poco respetuoso con el rival, pero defendía que era el fútbol que él había prendido en las calles de su humilde Lagarto, la pequeña localidad brasileña donde nació. «En el campo me peleaba con todos, no podía controlarme. Insultaba a los demás, no tenía respeto por el contrario», reconocía el propio Diego Costa en una entrevista a El País.
«Pensaba que había que matarse. A los chicos que tienen formación se les enseña a controlarse y a respetar a los demás. Yo siempre he sido de los que se calentaba. Ahora he aprendido que si no respetas al rival te quedas atrás«, explicaba el delantero defendiendo el porqué de su actitud. Una muestra de que no era sólo fúbtol, también era garra por sacar su mejor fútbol. Como en el Atleti.
Diego Costa cree que su rendimiento puede encontrar un mejor rumbo lejos del Atlético
Ahora, diez años después de su primera llegada al Atlético de Madrid, el entorno y el mismo delantero han hecho firme su decisión de irse. Apenas seis meses de contrato unían legalmente al Atlético de Madrid y a Costa. Fueron los despachos los que dictaminaron el acuerdo final entre ambas partes.
El jugador firmó este martes su finiquito en el Wanda Metropolitano para luego viajar a Brasil. Con su familia, en su tierra natal y en plena despedida del 2020, Diego Costa quiere decidir el último tramo de su carrera saliendo al mercado de enero.
Tras superar una trombosis venosa profunda a consecuencia de su pasada infección por coronavirus, el futbolista se encuentra bien físicamente y cree que su rendimiento puede encontrar mayor acomodo de minutos lejos de los colchoneros.
Su falta de continuidad vino lastrada por los continuos problemas físicos
Fue en enero del 2018 cuando Diego Costa regresó al Atlético de Madrid tras cuatro años de luces y sombras vistiendo la camiseta del Chelsea. Su garra en el terreno de juego y su talento como goleador se vieron eclipsados por una serie de enfrentamientos con Antonio Conte, quien llegó a apartarlo del grupo por dichas desavenencias.
El club rojiblanco desembolsó entonces una cifra cercana a los 60 millones de euros que en este tiempo se han traducido en 19 goles y 13 asistencias en 81 partidos jugados. Las lesiones han marcado esta segunda etapa del delantero a las órdenes del ‘Cholo Simeone’. Ni la fe impoluta del técnico argentino en Diego Costa pudo superar su falta de continuidad por los problemas físicos.
La llegada de Luis Suárez dejó en entredicho su permanencia
Diego Costa fue uno de los nombres propios de la Liga que el Atlético de Madrid conquistó en la temporada 2013/14, cuando llegó a sumar 27 goles en la competición doméstica. La llegada de Luis Suárez este mismo verano puso en entredicho la permanencia del hispanobrasileño en la disciplina colchonera y él se mostró abierto a una salida.
«Si tenían que venderme, adelante, si querían cederme también y si había que rescindir el contrato, pues se hacía. Ya les he dicho que quiero que sea el club el que decida mi futuro”, expresó al inicio de la temporada en Movistar. Meses después, Diego Costa esperó un talante similar por parte del Atletico para facilitarle un nuevo adiós.
El Atlético se libera de la segunda ficha más alta
Esta temporada tampoco ha sido fácil para el brasileño. En verano, con la operación de Luis Suárez en marcha, tanto el Atlético de Madrid como su entrono buscaron un buen destino, pero la falta de ofertas hizo que fuera Morata quien terminara saliendo.
No hay que olvidar que Diego Costa tenía la segunda ficha más alta de la plantilla, con diez millones netos anuales, solo por detrás de Oblak, que cobra algo más. Es por ello que su salida supone también un alivio para las arcas del club en un año marcado por la disminución de los ingresos por la pandemia del coronavirus. Finalmente se quedó en el equipo compartiendo ataque con el delantero uruguayo. Hasta hoy.
