La Liga Árabe considera «urgente» y «crucial» que España reconozca al Estado palestino

El secretario general de la Liga de Estados Árabes, Ahmed Aboul Gheit, afirmó este miércoles que es «urgente» y «crucial» que España «dé el paso» de reconocer el Estado palestino, ya que su configuración de «gran estado» y su influencia en América Latina «podría ser muy satisfactoria» para el pueblo de Palestina.

Así se pronunció el secretario general de la Liga de Estados Árabes, en una rueda de prensa en Madrid junto con el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, quien adujo que el Gobierno español aboga por una solución paneuropea para esta cuestión y arguyó que la proximidad de las elecciones generales del próximo 28 de abril le limita su capacidad de decisión en asuntos de tamaña envergadura.

Ahmed Aboul Gheit destacó que la Liga de Estados Árabes es la organización regional «más antigua del mundo», al datar de marzo de 1945, y expuso que mantiene una relación «muy especial con la península ibérica» debido a los vínculos históricos y a «nuestras relaciones muy antiguas y muy renovadas».

Agradeció el tradicional apoyo que los distintos gobiernos españoles han mostrado a lo largo de los años «para que haya justicia para el pueblo palestino», lo que le permitió aventurar que España es el país que «más entiende la causa del pueblo palestino, sus necesidades y las injusticias que históricamente ha padecido».

Afirmó que existe una «necesidad urgente» para que haya una «referencia continua» a la situación que viven los palestinos, ya que «el mundo tiene que sentir su causa».

Por ello, consideró «urgente» y «crucial» que España «dé el paso» de reconocer el Estado palestino, puesto que su caracterización de «gran estado» y su liderazgo en América Latina «podría ser muy satisfactoria» para el pueblo palestino.

Añadió que el comportamiento de Israel en los territorios ocupados son «injustos» y requieren de la condena unánime de la comunidad internacional, después de que las organizaciones que defienden los derechos humanos denuncian el «maltrato» al pueblo palestino.

Por su parte, Borrell reconoció que el reconocimiento del Estado de Palestina es de «especial importancia», de «especial consideración», para el Gobierno español, pero expuso que la cercanía de las elecciones le limita su capacidad de decisión.

Destacó que la sensibilidad de España con la situación del pueblo palestino se evidencia en las numerosas condenas a las «actuaciones» y a las «muertes producidas» en la frontera de Gaza y apuntó que el reconocimiento del Estado palestino «ha estado permanentemente sobre la mesa de este gobierno» desde su configuración.

Explicó que algunos países europeos ya han procedido a consumar este reconomiento, mientras que otros se encuentran considerando esta posibilidad, como Irlanda que el pasado mes de febrero organizó una conferencia para discutir el proceso de paz en Oriente Próximo en la que participaron representantes de Francia, Egipto, Jordania, Suecia, Bulgaria, Chipre, la Liga de Estados Árabes y la Autoridad Palestina. Por parte española, dijo Borrell, estuvo presente el secretario de Estado de Exteriores, Fernando Valenzuela.

Reconoció que el Gobierno estaba considerando el reconocimiento del Estado palestino, «pero no de manera aislada, sino sumando a otros países europeos». No obstante, lamentó que la cercanía de las elecciones le coarte la capacidad para «impulsar decisiones trascendentes», si bien dijo que una vez celebrados los comicios se podrá retomar la cuestión.

Manifestó que Irlanda está interesada en llevar esta cuestión al Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, lo que permitió dejar claro que «este es un tema importante y trascendente por el que España espera seguir avanzando para evitar un enquistamiento que sería muy perjudicial para el pueblo palestino y que puede llegar a poner en duda la viabilidad de los dos estados, una fórmula en la que todavía creemos».

Por otro lado, Borrell indicó que España y la Liga de Estados Árabes tienen la obligación de cooperar en la lucha «contra aquellos mensajes cargados de xenofobia, de islamofobia, de antisemitismo y de odio entre comunidades».

Por último, se felicitó de que en España no hayan surgido «muestras preocupantes de islamofobia» y de que los musulmanes estén «perfectamente integrados», poniendo énfasis en que la comunidad musulmana no haya sufrido «ninguna manifestación ni síntoma de rechazo» tras los atentados yihadistas que han tenido lugar en suelo español.

Esta situación, concluyó Borrell, no impide que se observe «con preocupación» cómo surgen «brotes en otros lugares», como el atentado contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, que exige una «condena radical y absoluta y que queremos creer que ha sido un caso aislado llevado a cabo probablemente por un individuo mentalmente perturbado».